El corazón de Las Islas de Tahiti tiene su origen en un lugar especial de Raiatea, el marae sagrado de Taputapuatea. La expansión de los polinesios a través del Pacífico comenzó en Raiatea a partir de este lugar preciso. Tras realizar ofrendas en unas ceremonias y celebraciones sagradas, las piraguas con los navegantes se aventuraron al norte hacia Hawái y al oeste hacia Nueva Zelanda. Raiatea, que significa “paraíso lejano” y “cielo de luz suave”, primero fue bautizada como Havai’i y es considerada la patria de los antiguos polinesios. Es la isla más sagrada de la zona y sus montañas cubiertas de vegetación culminan en el célebre pico de Temehani rodeado de nubes.
Primero llamada Hava’i, Raiatea es conocida como la cuna de los dioses y cuenta con tesoros arqueológicos (marae, petroglifos, etc.) y abundantes vestigios culturales e históricos. Primera isla polinesia en ser poblada, Raiatea alberga el espectacular y primer marae del Triángulo Polinesio, Taputapuatea. Allí es donde se celebraban ceremonias de investidura, alianzas políticas y reuniones internacionales. Era asimismo un lugar considerado tabú y era la sede del poder religioso y político de todo el Triángulo Polinesio. En la actualidad, las comunidades de Hawái, Nueva Zelanda y de las islas Cook realizan peregrinaciones a este lugar que consideran la cuna de su cultura sagrada.
Raiatea es la capital de la navegación de recreo en Las Islas de Tahiti. Es aquí donde están concentradas la mayoría de las bases náuticas y compañías de alquiler. La isla cuenta con un número incalculable de lugares para fondear, bahías, profundas y tranquilas, en un entorno preservado y espectacular (cráteres, cataratas). Las condiciones de navegación son óptimas y es fácil viajar a las otras islas de Sotavento, tranquilas e inmensamente bellas, tanto en el interior como en el exterior de la laguna.
Raiatea es una increíble reserva natural de gran interés para científicos, ecologistas y amantes de la naturaleza. En el monte Temehani crece una planta cuya flor es única en el mundo, la tiaré ‘apetahi (así como otras treinta plantas endémicas). Convertida en el símbolo de Raiatea, esta flor blanca y delicada en forma de semicírculo se abre únicamente al alba.
En Raiatea también se encuentra el único río navegable de la Polinesia Francesa. Puedes realizar una excursión original en piragua en el espeso bosque tropical de purau, bambúes y māpē (Inocarpus fagiferus). Una leyenda cuenta que el río fue el punto de partida de las migraciones polinesias hacia Hawái y Nueva Zelanda.